19 de diciembre de 2008

RBD llega al Senado Brasileño

rbd, logo, fotos

Pronunciamiento realizado sobre el papel de la juventud en defensa de los Derechos Humanos.

Señor Presidente, Señoras y Señores Senadores, desde el miércoles pasado estamos conmemorando los 60 años de aquella que, desde su nacimiento, ha hecho mucha cosa por todos nosotros y que siempre está dispuesta a hacer más: la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Para nosotros que luchamos en favor de los Derechos Humanos, la conmemoración de la fecha es un incentivo a jamás parar, pues, siempre hay alguien necesitando de alguien. Venimos viendo eso durante nuestra trayectoria y, especialmente, en esos dos últimos años en que presidimos la Comisión de Derechos Humanos y Legislación Participativa, una experiencia que se quedará marcada en nuestra memoria, nuestro corazón y en nuestra alma.

"Señoras y señores, senadores, ayer estaba charlando con un amigo nuestro y él nos dijo que su hija, Danielle Mota, de 13 años, había sugerido que nuestra charla sobre los Derechos Humanos citara uno de sus grupos predilectos, RBD. Confieso que me quedé sorprendido y, al mismo tiempo, pensé en nuestra juventud y en las razones que la hacen soñar, sonreír y llorar. Pensé en el momento mágico y no menos difícil que es la transición para la vida adulta.

La música da significado a la vida, une corazones, sintoniza almas, encanta el espíritu y mueve multitudes. Los jóvenes hacen de la música un sentido para su existencia en el mundo por ellos soñado, de justicia y de esperanza.

En esto percibí, la importancia de los y las cantantes además de los grupos musicales que cantan la paz, la unión, la fraternidad. En el mundo entero artistas esparcen la pasión por la música y sus mensajes atraviesan América, van a Europa, a Asia, adentran África y se oyen en Oceanía. En Brasil tenemos incontables ejemplos, como las canciones de protesta hechas por los grupos de rap, canciones cuyas letras recogen la justicia social. Los jóvenes, brasileños o no, están diciendo que la música puede sensibilizar multitudes en torno a ideales comunes y en torno a los derechos humanos para que haya justicia, igualdad y dignidad para todos. Más una vez el Evangelio según Juan Pablo, epístola de los Corintios: "aunque yo hablara el lenguaje de los ángeles, tuviera el don de la profecía y conociera a todos los misterios, si yo tuviera toda la fe posible, hasta cargar montañas, si yo no tuviera amor, nada sería".

Señor Presidente, Señoras y Señores Senadores, tengo la osadía de decir que la música puede despertar ese amor. Tengo la osadía de decir que si no hubiera música, poco habría para soñar. Al pensar en todo eso, me acordé de mi juventud, época en que otros jóvenes también llevaron personas de todo el mundo a tener nuevos sueños, a buscar nuevos desafíos.

La música siempre conlleva compromisos con el prójimo e inspira en nosotros la solidaridad, tal como acontece ahora con Danielle y tantos otros jóvenes. Madonna, por ejemplo, está en Brasil y expresa el sentimiento de toda una generación capaz de llenar el estadio Maracaná.

El grupo mexicano RBD concluyó este año su trayectoria con La Turnê del Adiós, uniendo miles de jóvenes en Brasil y en otros países. En el mensaje que recibí, Danielle resaltó la citación de uno de los integrantes del grupo, Alfonso Herrera que dice: ?¿Para qué hacer la guerra, si la paz no cuesta nada??

Y también de Anahí Portilla: "Si tú pones tu alma y tu corazón en un sueño, el universo conspira para ayudarte?.

Son frases dichas por jóvenes y llevadas a miles de jóvenes de todos los cuatro cantos del planeta. Eso nos muestra que la preocupación con el respeto a los Derechos Humanos no es sólo de aquellos que acompañaron el desarrollo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, esa preocupación está en todas las partes, sea cual que sea la edad. El cuidado con el prójimo, el respeto a las diferencias, la preservación del medio ambiente y tantos otros puntos, necesitan ser incentivados, y es bueno saber que existe una conciencia universal que exalta y defiende esos valores, que va atrás de sus sueños y objetivos.

Es de eso que habla una de las canciones del grupo: "No Pares".
Nadie puede pisotear tu libertad
Grita fuerte por si te quieren callar
Nadie puede detenerte si tú tienes fe
No te quedes con tu nombre escrito en la pared
Si censuran tus ideas ten valor
No te rindas siempre alza la voz
Lucha fuerte y sin medida
No dejes de creer
No te quedes con tu nombre escrito en la pared
(...)
No pares, no pares nunca de soñar
No tengas miedo a volar
Vive tu vida
(...)
No construyas muros en tu corazón
Lo que hagas siempre hazlo por amor
Pon las alas contra el viento
No hay nada que perder
No te quedes con tu nombre escrito en la pared

Señor Presidente, quiero decir a nuestros jóvenes, a nuestros adolescentes, que no vamos a parar nunca de soñar, que no vamos a parar nunca de luchar, porque sabemos que también somos responsables para que los sueños de la generación de nuestros hijos y nietos se concreticen.

Queremos que en el Centenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, jóvenes como Danielle puedan decir que valió la pena soñar por un Brasil y por un mundo mejor. Señoras y Señores Senadores, como sabemos, en todas las épocas los jóvenes son tomados como rebeldes.

¿Quién de nosotros no fue considerado uno? Por eso, llevado por esa rebeldía y por el propio nombre del grupo mexicano, Rebelde, vuelvo a reforzar lo que ya se dijo en esa tribuna: El día 10 de diciembre, fecha en que la Declaración Universal fue suscrita, debería ser un día festivo internacional.

Ese día, rebeldes y no rebeldes de todo el mundo sólo cantarían embalados por la palabra: "amor".

Eso era lo que tenía para decir.

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