RBD: «Preferimos dejarlo antes de pasar de moda»

Más de un miembro de seguridad de RBD acabó desquiciado, intentando controlar lo incontrolable

Ayer, más de un miembro de seguridad de la banda RBD acabó desquiciado. Aunque -se supone que- debía ser un secreto el lugar donde dormirían los mexicanos antes de su concierto en Madrid, las hordas de jovencitas gritonas que se hacen llamar sus fans lo averiguaron y tomaron el hotel Puerta de América al asalto, obligando a los maromos de traje a tener los ojos bien abiertos, revisando puertas y pasillos sin descanso para evitar que alguien se colase en la habitación de los «deseados».

Sin embargo ellas -y alguno- lo intentaron todo. Corriendo por las escaleras, por el ascensor, agarrándose al brazo de los periodistas («di que soy tu amante, o tu sobrina, me da igual, pero por favor deja que entre contigo»), o simplemente poniendo cara de póquer en el control de las credenciales; cualquier estrategia imaginable se ensayó ayer para intentar llegar a la quinta planta del colorido hotel de la Avenida de América. Hasta hubo quienes reservaron habitaciones de 240 euros la noche, «para intentarlo más tarde».

La histeria «superpop» fue ayer especialmente histérica, porque a pesar de los ruegos y súplicas de su fanaticada, RBD se separa -cada uno irá por su lado- y hoy darán el último concierto de su corta carrera. Así que, ante la última oportunidad de tocar a sus ídolos, fotografiarse con ellos o pedirles un autógrafo, se perdieron todos los complejos. «La verdad es que lo de hoy ha superado todo lo que hemos vivido. Nunca habíamos estado rodeados de tanta locura y medidas de seguridad», dice Christian. «Hasta nos han tenido que poner pulseras. Sin ellas no podemos movernos de un sitio a otro dentro del hotel», dice mostrando la suya, entre las carcajadas de sus compañeros.

Antes muerto que fuera de onda

Viendo tal reacción (risas) ante un hecho bastante lamentable (trato borreguil), la conclusión es que no son la presión ni el estrés, ni la pérdida de intimidad lo que ha llevado a los mexicanos a dejar de exprimir la gallina de los huevos de oro. Sencillamente, se estaban pasando de moda. Christian, aparentemente sincero, lo reconoce. «Por eso queremos dejarlo ahora, antes de que ya no estemos en el Top Ten. Las cosas vienen y van».

En cuanto a los motivos para una despedida de los escenarios en un país extranjero, Anahí explica que «en México no ha podido hacerse por problemas ajenos a nosotros, creo que no se consiguieron cuadrar las fechas. La verdad que sí queríamos hacerlo también allí, porque sería importante despedirnos de nuestro país. Aunque quizá el destino nos sorprenda y...» (en ese momento se mira con Dulce María, y las dos dicen al unísono una frase que debe ser de la serie) «...¡el Universo conspire!».

Ha habido fans que han amenazado con hacer huelgas de hambre e incluso con suicidarse, pero Dulce María sabe que no hay vuelta atrás. «Hay cartas que hacen que nos lo pensemos mucho, y cuando los vemos en los aeropuertos y los hoteles nos da un... (se lleva las manos al pecho). Pero RBD no seguirá, por mucha pena que nos dé. Va a ser difícil, pero creo que será un aprendizaje tanto para ellos como para nosotros». Y tanto.